miércoles, 11 de junio de 2014

La sal que me da la vida.


El mal tiempo sigue sin dejarnos mojar el anzuelo,este invierno esta siendo duro,duro para nosotros,el pescado seguro que lo esta agradeciendo,una veda para la lubina que a buen seguro nos va a venir de maravilla en el futuro.

Se hace difícil aguantar casi dos meses sin dar un lance,muy difícil,y mas a alguien como yo,que nunca paso mas de una semana sin dar unos lances,subo a mi escondite algún día,trasteo un poco con los vinilos,pongo ojos a las cabezas,si acaso las pinto un poco,monto algún que otro,cambio triples a los peces,y para quitar un poco el mono,o monisimo que tengo encima,le doy unas vueltas a los carretes para que no se agarroten,lo malo de todo esto? que aun me entra mas mono.

Tengo mono del olor a salitre,de las olas rompiendo a mis pies y mojándome entero,mono de una buena picada con su pelea,aunque luego se safe del anzuelo,de las jornadas largas al lado de los compañeros,mono de aventura,de saltar de piedra en piedra,de probar nuevo material,de cagarme en todo cuando un pez se suelta por mi culpa,fijaros como estoy,que tengo hasta mono de pasar frío a las seis de la mañana,hasta de perder señuelos que nunca es plato de buen gusto.

Se que hay opciones muy validas, por supuesto,pescar en alguna ria es una de ellas,pero los que bien me conocen saben que necesito ruido,mucho ruido,riesgo,el justo,pero riesgo,soy hombre de mar,no de grifo, y necesito el salitre corriendo por mis venas.

Aun toca esperar,por lo visto en las distintas webs especializadas en predicciones,pero ese día llegara, y será como aquel primer día en que cogí una caña de bambú y me fui al puerto a pescar muiles y anguilas.

De momento me tengo que conformar con sacar mi Nikon D90 y hace runas fotos un poco mas alejado de la sal que me da la vida.









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