Unos días antes de abrirse la veda del salmón, me cite sobre el río
Narcea, en el nuevo puente colgante de Luerces-Repolles (Pravia), con
José Antonio Suárez, vicepresidente de la Sociedad de Pescadores Mestas
del Narcea y profesor de Cartografía de la Universidad de Oviedo, y con
Juan Lázaro, gerente del Grupo de Desarrollo Rural del Bajo Nalón.
Juan me regaló el «Salar Game», un juego de oca-trivial del salmón, donde las fichas se mueven en torno a un círculo en el que desembocan ríos de Francia, Irlanda, Inglaterra y España. El jugador recorre 36 casillas desde que sale de casa hasta que regresa. Hay casillas verdes para resolver preguntas biológicas sobre el salmón; azules, ecología de los ríos, y marrones, etnografía; hay casillas de volver a tirar, casillas reto, en la que se obtienen salmo-puntos, casillas castigo (presa, sequía, contaminación o vertidos de aguas residuales), donde el jugador tiene que descansar por falta de oxígeno, y pierde un turno, etc.
Allá vamos, saltando de casilla en casilla; no en vano, «salmón» viene de «salio», saltador.
Juan me regaló el «Salar Game», un juego de oca-trivial del salmón, donde las fichas se mueven en torno a un círculo en el que desembocan ríos de Francia, Irlanda, Inglaterra y España. El jugador recorre 36 casillas desde que sale de casa hasta que regresa. Hay casillas verdes para resolver preguntas biológicas sobre el salmón; azules, ecología de los ríos, y marrones, etnografía; hay casillas de volver a tirar, casillas reto, en la que se obtienen salmo-puntos, casillas castigo (presa, sequía, contaminación o vertidos de aguas residuales), donde el jugador tiene que descansar por falta de oxígeno, y pierde un turno, etc.
Allá vamos, saltando de casilla en casilla; no en vano, «salmón» viene de «salio», saltador.
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